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Filosofía para jóvenes y mayores

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"Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás" (René Descartes), por MARC MECHÓ


Con esta frase Descartes lo que dice es que todos filosofamos igual que todos abrimos los ojos. Hace una comparación con la acción de filosofar como el hecho de abrir los ojos. Es imposible no tratar de filosofar, igual que es imposible no abrir los ojos, son dos cosas que las hacemos inconscientemente. Filosofar es un elemento más en nuestra vida cotidiana, es una cosa elemental que utilizamos en el día a día, incluso no nos damos cuenta de cuando estamos filosofando. ¿Cuando abrimos los ojos? Cuando empezamos a tener uso de razón, porque filosofar es pensar, utilizar la razón combinando todo aquello que hemos aprendido y que sabemos, necesitamos de esto para poder entender y hacernos una idea de lo que nos rodea, es imposible negarse a filosofar porque las personas necesitamos poder entender las cosas o creer que las entendemos. Esto hace que nos situemos en nuestro espacio y tiempo actual y poder sentir que estamos vivos, que existimos en este mundo, aunque esto último lo podríamos atribuir a otra frase del filósofo.

"... lograr una certidumbre similar a la de las demostraciones de la aritmética y la geometría" (Descartes), por SHEILA TELLADO


Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia, y en concreto de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció : “En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a la de las demostraciones de la aritmética y la geometría”.

En esta frase Descartes compara la verdad con la aritmética o la geometría. Según él, al ser ciencias exactas en las que no hay subjetividad, son una verdad cierta y comprobada. Por esto, cualquier objeto que no presente una certidumbre tan clara como esta, no puede decirse que sea verídico. Pero ¿dónde está la diferencia entre estas ciencias, según Descartes, verídicas y otra ciencia como la historia? En los libros nos hablan de los acontecimientos históricos como cosas que han ocurrido, que son verídicas. ¿Por qué son menos ciertas que las fórmulas matemáticas? ¿Qué tienen éstas de especial?

Y ahora vayamos al terreno de nuestra mente. Cuando creemos que un hecho es cierto y estamos completamente seguros, ¿qué tiene esto de verídico? ¿Porqué no podemos igualarlo a las matemáticas? ¿Qué le falta a nuestro hecho para poder decir sin equivocarnos que es cierto? Y para entender esto mejor, recordemos a Alice Gould (Los Renglones Torcidos de Dios, por Torcuato Luca de Tena, editado en Planeta). Ella estaba segura de que era una investigadora privada, y que estaba cumpliendo su trabajo. Si ella nos cuenta un hecho, no la creeremos, pero ella está completamente segura. ¿Por qué no puede igualarse a la aritmética su versión del susodicho hecho?

Pueden parecer muy verídicas las matemáticas pero , ¿cómo estamos tan seguros? Quizás todos seamos una Alice Gould y estemos equivocados. Puede que estemos construyendo nuestra propia cárcel (Nietzsche) y por estar tan seguros de saber la verdad, no veamos la verdadera realidad.

¿Qué nos contestaría un pez si le preguntásemos por el agua en la que vive toda su vida? (Einstein) Nos diría todo lo que sabe de ella y se sentiría orgulloso de su contestación. Para nosotros ésta sería absurda, puesto que sabemos que existe más de lo que él conoce. Por lo tanto, estaría totalmente equivocado y creyendo que sabe toda la verdad. Nos haría sentir, como de costumbre, que lo sabemos todo y que nadie sabe más que nosotros. “Pobre pez” diríamos.

¿Y qué contestaríamos nosotros si un ser procedente de algún lejano lugar nos preguntase por nuestra vida y nuestro mundo? Simplemente contestaríamos lo que conocemos y creemos verídico.

“Pobres humanos, todavía no han sido desencadenados y sacados de su oscura cueva”(Platón)

Sheila Tellado Abad

"Nada hay tan importante como el momento presente" (Goethe), por DAVID GARCÍA



He elegido esta frase porque soy gran partidario de los pensamientos presentes, es decir, hay que pensar un poco en el futuro pero tampoco obsesionarse. Es imprescindible cultivar también un buen presente para que el día de mañana tengamos un buen futuro y tengamos una buena base, a esto me refiero a tener unos estudios o un oficio que lo manejemos, unas buenas amistades de las que sepamos que podemos confiar…

Podemos extraer que podemos vivir una vida buena, es decir, un buen presente pero siempre con cabeza y sabiendo lo que nos hacemos, podemos disfrutar el presente y crearnos una buena base para el futuro. Creo que tenemos que aprender a vivir el presente, a disfrutarlo, porque una vez seamos mayores nos arrepentiremos de no haber vivido el presente cuando éramos jóvenes. Pero también es muy importante que este presente de ahora no hagamos cosas que en el presente de nuestro futuro nos podamos arrepentir, por eso es tan importante saber vivir este presente sabiendo lo que nos hacemos.

Aunque tuviéramos en un futuro un mal presente siempre nos quedaría nuestro presente pasaba y podríamos disfrutar por doble, recordándolo y viviéndolo. Con esto nos podríamos remontarnos al “Carpe diem” adquirida del latín y utilizada muy a menudo en nuestra actualidad incluso como eslogan en algunas camisetas. Esta adquisición del latín tiene diríamos un significado sinónimo a nuestra frase. Las dos nos dices que el presente es lo mas importante y que es una cosa de las cuales tenemos que valorar en nuestra corta pero eficaz vida.

Como conclusión de esta gran frase celebre de Goethe es que cuando estas en este presente hay que vivirlo, pero siempre con cabeza para cuando de mayores nunca podamos arrepentirnos y disfrutar de nuestro presente pasado y nuestro presente.

David García Borillo

Simone de Beauvoir y el feminismo, por MARTA ROS

Simone de Beauvoir y el feminismo, por MARTA ROS

Simone de Beauvoir fue una filósofa feminista. Su filosofía era el existencialismo, movimiento filosófico que considera lo más importante la existencia y la libertad. En su obra El segundo sexo, que es hoy una obra muy importante para el movimiento feminista, utiliza conceptos del existencialismo para explicar su punto de vista acerca de la vida de las mujeres.

Ella cree que la mujer, tal y como hoy se entiende, es algo que la sociedad ha creado. Siempre se ha visto a la mujer hija, esposa, hermana,… Simone de Beauvoir cree que la mujer debe encontrar su identidad, no como madre, esposa, etc sino simplemente mujer.

 

Comienza ¡Apadrina un filósof@!

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“Lo poco que he aprendido carece de valor, comparado con lo que ignoro y no desespero en aprender.”


Frase dicha por René Descartes y comentada por MIRIAM ROGER VAREA.


Estoy de acuerdo con esta frase, pienso que cada día uno aprende más y que creemos que sabemos mucho pero en realidad no sabemos nada. Nos faltan muchas cosas por aprender y no por el hecho de ser más mayor y tener más años de experiencia sabes más, simplemente puedes haber conocido más cosas con el paso de los años que alguien con menos edad. A veces, pensamos que lo sabemos todo en alguna especialidad que has estudiado o en cualquier cosa que se nos da bien, pero en realidad, lo que sabes no es ni la mitad de lo que te falta por saber. Siempre tenemos que tener la mente abierta al aprendizaje efectivo y significativo sin pretender que lo sabemos todo porque nada sabemos. Sabiendo incluso que cuando emitimos concepto en algún tema, nuestra opinión depende de los múltiples factores de la sociedad, del entorno que nos rodea y de las vivencias pasadas y presentes. Cualquier nueva información matizará nuestras opiniones sobre los diferentes temas que puedan existir. Nunca hay que desesperar por no saber cosas, siempre se pueden aprender porque nunca es tarde para conocer cosas nuevas. De todo se puede aprender y no hay nada malo con saber mucho, al contrario, siempre se gana aprendiendo, y si puedes aprender de todo un poco pues mucho mejor. También, debemos ayudar a los demás y enseñar lo que nosotros sabemos para que todos aprendamos y seamos menos ignorantes en la vida. Aunque siempre seremos unos ignorantes ante muchas cosas. Solo reconociendo las limitaciones de nuestro conocimiento podemos seguir adelante tratando de aprender y comprender mejor nuestro mundo.
Otra frase que tiene que ver con el tema de aprender es: “Lo maravilloso de aprender algo, es que nadie puede arrebatárnoslo”, (B.B.King). Nos pueden arrebatar muchas cosas pero nunca lo que hemos aprendido, aunque puedas olvidarlo nadie puede arrebatártelo del todo, aunque algo bien reflexionado y bien aprendido es difícil de olvidar, siempre te quedará alguna idea que te hace recordarlo todo o casi todo de nuevo. También se ha dicho que aprender algo sin reflexionar es malgastar energía, porque cuando nos enseñan cosas nuevas debemos reflexionar en ellas y sacar todo lo que se pueda para mejorar la comprensión. Cuanto más reflexionas sobre un tema más conclusiones sacas de él y mejor entendido y aprendido está. Otra frase que me ha gustado ha sido: “Nunca he encontrado un hombre de quien no haya aprendido algo” (Alfred Victor de Vigny). Tiene mucha razón porque siempre aprendemos de cualquier persona con la que estamos o con la que hablas o simplemente vemos actuar de alguna manera. Desde pequeños aprendemos de la forma de educar de los padres, imitamos lo que ellos hacen, y cuando crecemos seguimos imitando muchas cosas de otras personas. Otra forma de aprender yo diría que es de los errores que cometemos en la vida. No hay nada mejor como hacer algo que tú piensas que está bien hecho pero luego te das cuenta de que estás equivocado y no es así. Es de las mejores maneras de aprender algo bien porque te das cuenta del error, lo rectificas y aprendes a no cometerlo más. Pero hay que saber reconocer que te has equivocado y rectificarlo aprendiéndolo nuevo.
En conclusión, que no hay nada mejor que aprender y que no hay una meta que acabe el saber, que siempre nos faltarán cosas por conocer y no hay que negarse a aprender cualquier cosa que nos enseñen.


Por Miriam Roger Varea, de 1º Bachillerato Tecnológico del IES Llombai de Burriana (Castellón)