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Filosofía para jóvenes y mayores

PLATÓN

Una carta más de Platón a los Sofistas



Señores “políticos” ¿qué necesita saber una persona cualquiera para gobernar? Según vosotros tan solo necesita un aprendizaje de la oratoria con el objetivo de persuadir a la plebe mediante la palabra, aunque no se diga la verdad ya que esta es relativa.


Bajo mi punto de vista, llegar a ser gobernante requiere una educación impartida desde el nacimiento y que tiene como finalidad gobernar con justicia y sin intereses personales.


Esta educación requiere mucho esfuerzo y dedicación porque se han de pasar una serie de fases que no todos serán capaces de superar, ya que solo las personas de las mejores naturalezas llegaran a gobernar.


Para gobernar con justicia, el gobernante ha de conocer el significado de esta palabra, y en el caso que la conozca actuará justamente porque una persona que conoce la justicia necesariamente ha de gobernar justamente.


Pero para llegar a conocer el significado de esta idea el gobernante tiene que haber superado las etapas de imaginación, creencia y pensamiento, y poder utilizar el método dialéctico para llegar a conocer el significado de todas las ideas hasta llegar a la idea de bien. En el momento en el que se conozca esta idea podremos decir que esta persona está preparada para tomar el mando del gobierno.


Este gobierno llegará a ser justo cuando los comerciantes y los guardianes cumplan su función y se sometan a la voluntad del gobernante, en este caso diremos que el pueblo esta en armonía y solo en este caso se dará la justicia.


Llevo toda mi vida conviviendo con los enfrentamientos y las luchas para tomar el poder, he visto pasar gobernantes infames que condenaron a muerte a personas inocentes. Todas estas cosas he visto y todas tienen el mismo objetivo, el beneficio personal en detrimento del pueblo por eso he intentado formular un gobierno que remedie todo este caos.


Espero que reflexionen sobre esto y que no me maten por ser una de las pocas personas que se dan cuenta de lo que esta pasando



Ángel Enrique

Precursores de Platón



La filosofía nace en el siglo VII a. C como alternativa a las razones mitológicas de la época, a este cambio se le llama paso del mito al logos.

El principal objeto de estudio de los filósofos de esta época era la naturaleza y, por eso, fueron conocidos como “filósofos de la naturaleza”.

Los filósofos de esta época que más influyeron en Platón fueron: la escuela pitagórica, Heráclito y Parménides.


La escuela pitágorica, según ella la realidad esta compuesta por números, los cuales son las esencias de las cosas.


Poseen una teoría del alma que dice que el cuerpo es la cárcel del alma, y esta debe reencarnarse muchas veces para conseguir la liberación.

También poseen una teoría del conocimiento de la cual afirman que para llegar al conocimiento de la realidad, primero hay que tener un buen razonamiento matemático.

Platón acepta de las escuela pitágorica que el cuerpo es la cárcel del alma y que al conocimiento de la realidad se llega a través del razonamiento matemático.


Más tarde, aparece Heráclito, el cual afirma que la realidad está en constante cambio y en ese mismo tiempo Pármenides afirma lo contrario, según él la realidad es eterna e inmutable y que para conocerla hay que recurrir al uso de la razón mientras que mediante los sentidos solo podremos obtener una opinión de la realidad.


De estos dos últimos Platón acepta que la realidad es algo inmutable y se conoce a través de la razón y que de las cosas sensibles, es decir, las que cambian tan solo podremos obtener opinión.


Ya en el siglo V a. C aparecen los sofistas y Sócrates que son dos influencias muy cercanas a Platón.


Los sofistas eran pensadores griegos implicados en la democracia, según ellos todos es relativo al contrario de Sócrates que piensa que existen valores absolutos que no cambian.


Estos tenían una visión de la educación bastante diferente de la de Sócrates. Ellos decían que la educación consistía en un mero procedimiento de transmisión de información del que sabe al que no sabe mientras que Sócrates defendía que nosotros ya poseemos ese conocimiento, en la parte racional del alma, desde nacimiento y de lo que se trata es de hacerlo recordar mediante una educación adecuada.


Los sofistas enseñaban el arte de la oratoria que se trataba de saber hablar ante el pueblo, de manera que el proceso consistía en convencer a la gente y decirles lo que ellos querían oír para conseguir su apoyo político y poder gobernar pero siempre se buscaba el beneficio propio y no el del pueblo.


Sócrates defendía que el estado solo podía ser regido por una persona justa y buena, doctrina del filósofo-gobernante, y esta solo podía ser un filósofo, el cual antepondría las necesidades del pueblo a las suyas propias.


Finalmente, Platón fue formando su propia concepción de la realidad cogiendo pequeñas ideas de algunos de sus predecesores y uniéndolas, llegó a formular así su célebre teoría de las ideas.

Ángel Enrique

Y una carta más de Platón a los sofistas



Señores sofistas me dirijo a ustedes para informarles de que no estoy nada de acuerdo con su forma de enseñar a los futuros gobernantes.

A mi parecer, un buen gobernante debe de tener unas actitudes innatas las cuales esta dotado desde nacimiento, porque para llegar a ser un buen gobernante su aprendizaje debe realizarse desde la forma de pensar filosófica.

Su forma de enseñar no seria lo correcto, pues ustedes lo que supuestamente enseñan es el arte de la oratoria, en otras palabras el arte de convencer. Mas el aprendizaje de un buen gobernante no puede ser inculcado por unos valores tales como el beneficio personal, la ganancia monetaria y el poder. Un buen gobernante es aquel que hace lo mejor que sabe e intenta que su estado funcione a las mil maravillas sin necesidad de una ganancia personal. Un buen gobernante es aquel que vale para serlo. Un buen gobernante es aquel al que no tienes que enseñarle nada, simplemente necesitas recordarle el conocimiento que su alma posee y apartarlo de las cosas sensibles. Un buen gobernante es aquel que nace para serlo.
 
Saraí Simarro

Otra carta de Platón a los Sofistas

La educación es el proceso por el que una persona debe pasar hasta llegar al conocimiento de la verdad. Sólo llegado a este punto estará preparada para gobernar. Por tanto, la educación no es un medio para llegar al poder y fortuna propios, sino para llevar la armonía a la polis. A continuación explicaré mis palabras para evitar malentendidos.

En primer lugar, debemos distinguir entre el mundo sensible y el inteligible. El mundo sensible es aquel que nace y muere, aquel formado por lo material y cambiante. El mundo inteligible es el mundo de lo inmaterial y eterno, de aquello real e invisible. El mundo sensible está formado por copias materiales imperfectas de las Ideas inmateriales. Al igual que la visión de las cosas sensibles se llama opinión, la comprensión de las Ideas del mundo inteligible se llama conocimiento.

En segundo lugar, debo aclarar que mi postura ante la democracia es en contra, porque los políticos han sido educados para alcanzar el poder utilizando la manipulación, y para buscar su propio beneficio. Además, los políticos de una democracia no tienen preparación previa y no saben conseguir que la polis llegue a una armonía y felicidad. Y, cómo no, nunca perdonaré a este sistema político la ejecución de mi maestro Sócrates. Por todo esto, creo que el gobierno de la polis debe llevarla una sola persona, en concreto un filósofo. Para que una persona sepa gobernar de manera justa, debe conocer la esencia de la justicia y la bondad. Para ello deberá pasar del mundo sensible al inteligible, conocer las Ideas, y por tanto, la justicia y la bondad en sí mismas. Por tanto, primero habrá que escoger las personas con mejores cualidades para la tarea que se le encomienda. Y una vez elegida, potenciar sus capacidades innatas a través de la educación correcta.

Finalmente, una vez conseguido el gobernante adecuado, el cual conocerá las Ideas y el mundo inteligible, deberá dedicarse a gobernar para conseguir un estado justo y armonioso. Para que así sea, la sociedad se compondrá de tres clases sociales, composición que coincide con la del alma. En primer lugar la clase de los productores, que producirán lo necesario para la ciudad. Ésta coincide con la parte apetitiva del alma. Por tanto, los productores deberán actuar con moderación sin dejarse llevar por los apetitos. En segundo lugar, la clase de los guardianes, que se dedicará a defender a la ciudad. Ésta se corresponde con la parte irascible del alma, por lo que los guardianes deberán ser valientes. Y por último, la clase de los gobernantes-filósofos que gobernarán la ciudad. Ésta se corresponde con la parte racional del alma, y por tanto, aquel que gobierne deberá ser prudente y sabio.

Por todo esto, la educación servirá para formar gobernantes capaces de traer armonía y felicidad a la ciudad a través del conocimiento de las Ideas, verdades absolutas inmutables, ya que conocer la verdad es posible. Quiero decir también que aquello justo siempre será justo, porque es una verdad absoluta, por tanto no relativa. Y por supuesto, no se pueden dejar las elecciones importantes sobre una ciudad en manos de los ciudadanos, porque aquello que crean justo quizás no lo sea: no conocen las esencias, las Ideas.
 
Sheila Tellado

“La función de la dialéctica en el proyecto político de Platón”



La dialéctica es, según Platón, la última y más importante disciplina que debe aprender el filósofo gobernante.

La última porque deben haber aprendido antes las cinco disciplinas matemáticas que invitan a la inteligencia y preparan para el estudio de la dialéctica.

La más importante porque es la única que conduce al conocimiento de la idea de Bien.

A raíz de la condena y muerte de Sócrates, Platón intenta crear un nuevo modelo de estado, un estado justo. Para ello tiene que educar a los futuros gobernantes.

Es necesario que un futuro gobernante se eduque en la disciplina de la dialéctica y conozca las ideas ya que, según el intelectualismo moral de Sócrates, si conoce una idea actuará, necesariamente, según ésta. Así si el gobernante conoce las ideas de bien y justicia actuará de forma buena y justa, en beneficio del pueblo.

Por eso los futuros gobernantes recibirán una educación dedicada exclusivamente a prepararlos para el gobierno de la ciudad, a mostrarles el grado más alto de realidad.

Porque existen distintos grados de realidad, como explica Platón mediante el mito de la línea. Los objetos con más realidad son los que pertenecen al mundo inteligible, que son inmutables, perfectos, existen desde siempre y no perecen, las ideas. Los objetos matemáticos comparten con las ideas estas características, pero tienen menos existencia que las ideas porque necesitan de una representación física. (…)

Los objetos menos reales son los objetos físicos del mundo sensible, que son cambiables, imperfectos, que nacen y perecen. Éstos necesitan la existencia previa de una idea a la que imitan o copian.

La educación ayuda a pasar del mundo sensible al mundo de las ideas. Esto se refleja en el “mito de la caverna”, en ese proceso de salir de la caverna al exterior, dejar de ver sombras para ver las cosas que producían esas sombras.

En el tema de la educación Platón no está de acuerdo con los sofistas, pues para ellos consiste en una mera transmisión de conocimientos, mientras Platón cree que la educación requiere la participación activa del alumno y el educador no transmite conocimiento sino que ayuda al educado a adquirirlo por si mismo (recorrer el camino hacia el exterior de la caverna, contemplar las ideas).

La dialéctica es el estudio de  las ideas que necesita conocer el gobernante.

El método dialéctico consiste en, partiendo de hipótesis, criticarlas mediante argumentos e ir rechazándolas hasta encontrar una que no pueda rebatirse con ningún argumento. Entonces habremos alcanzado la esencia de la idea y deberemos hacer lo mismo con las demás ideas hasta llegar a la idea de bien.

La dialéctica tiene otros sentidos, como por ejemplo el arte de preguntar y responder o el arte de argumentar.

Además la dialéctica tiene dos direcciones. La dialéctica ascendente es la que va del mundo sensible al inteligible, conociendo todas las ideas hasta llegar  a la idea suprema de bien. La dialéctica descendente es aquella que, desde el mundo inteligible, desciende al mundo sensible para aplicar en él el conocimiento de las ideas adquirido anteriormente.

Marta Ros

Carta de Platón a los Sofistas



En primer lugar, todo el mundo tiene derecho a la educación. Una persona que tenga el talante de hablar bien en público pero que no tenga ningún conocimiento no debe gobernar. Su único objetivo es que la gente le crea ya está. Para gobernar y ser un buen gobernante tienes que tener conocimientos sobre las ideas de Justicia, del Bien, es decir, del Mundo de las Ideas. Si tú tienes conocimiento acerca de la Idea del Bien, serás bueno.

Por lo tanto, un gobernante tiene que haber llegado al Mundo de las Ideas para que sea buen gobernante. Tiene que saber descender al mundo de las cosas (las copias de las ideas) cuando sea necesario. El objetivo de un gobernante, aparte de ser educado, no es solo convencer al público, sino sobre todo buscar el bien de la ciudad. También debe saber matemáticas para poder llegar al mundo de las Ideas, porque primero debe apartar al alma de lo sensible y aparte son un buen entrenamiento para la dialéctica o saber sobre el Mundo de las Ideas.

No todo el mundo puede ser filósofo. Sólo lo serán los más capaces y que conozcan lo verdadero y lo bueno. Vosotros creéis que la verdad es relativa y que la apariencia es realidad, o que la opinión es conocimiento, y sólo deseáis que el público tenga éxito. Sólo les enseñáis lo que la pueblo le gusta oír y enseñáis disciplinas que sólo llevarán a que la ciudad esté llena de corruptos y que no pretendan hacer el bien.

Yo pretendo que gobiernen los mejores en virtud y en saber, así tendremos un Estado justo que despreciará la riqueza y los honores y podrán vivir en armonía. Vosotros tan sólo podéis llegar a tener un pueblo ignorante que se contenta con apetitos y deseos. Pensadlo bien y veréis cómo estáis equivocados.

Fernando Fortea

Platón: El sentido de mi filosofía



Hay que entender mi filosofía como una reacción contra las doctrinas filosóficas y epistemológicas de los sofistas, tales como el relativismo, el escepticismo y el empirismo político. Otro pensamiento que me influyó es la insatisfacción y descontento con la situación política de mi época.

Para mí el conocimiento perfecto y justo que los gobernantes tienen que alcanzar es por dos razones: gobernar con justicia la ciudad; despreciando las riquezas y los honores, lo cual sería la mejor garantía de que no acuden a la política por la ambición de enriquecerse, como hacen los políticos de mi tiempo. Para esto propongo una solución a los males políticos que es la doctrina política del filósofo-gobernante.

Sólo será posible alcanzar la virtud y la felicidad en el seno de un Estado justo y feliz. Sólo se podrá formar hombres justos y felices en un Estado justo y armonioso. Ahora la posibilidad de alcanzar un Estado justo y bien gobernado depende de los gobernantes que elijan. Aquellos hombres virtuosos y sabios serán capaces de alcanzar una sociedad feliz y bien gobernada.

Los filósofos que conocen la Idea de Bien –y aquí aplico el intelectualismo moral- necesariamente son justos y buenos al comprender las ideas de Justicia y del Bien. Lo fundamental para los filósofos es la educación, a través de la cual deberán aprender a gobernarse a sí mismos y a la ciudad a la luz de la verdad.

Al contrario que los sofistas, para los que la educación es una transmisión de conocimientos por parte del que sabe al que no sabe, como si se tratara de imprimir unos conocimientos que desconocen.

Por eso, los sofistas se olvidan que el alma de cada hombre puede alcanzar la verdad por sí misma, no guiar, sino orientar al alma hacia lo verdadero y lo bueno (las Ideas eternas) apartándolo de lo sensible y material donde jamás hallará la verdad y el bien.

Corina Stanciu

Dualismo antropológico, Doctrina del filósofo-gobernante y Estado ideal



Empezaré haciendo una definición sobre dualismo antropológico y la doctrina del filósofo gobernante.

Dualismo antropológico
sería aquel estudio que se basa en la relación alma-cuerpo. Platón consideraba el hombre estaba compuesto por cuerpo y alma, al alma la consideraba como inmortal e inmaterial, y tiene prioridad sobre el cuerpo, en cambio al cuerpo lo define como material y mortal, lo trata como algo despreciable (¿) , que lo único que haría sería arrastrar al alma hacia lo sensible, donde no encontrara la virtud ni el conocimiento.

Platón consideraría al alma como algo que según el ya existía mucho antes que el cuerpo, pero lo único que hacía era esperar en el mundo de las ideas hasta que se le otorga un cuerpo, por lo tanto el alma conoce ya esas ideas, lo único que cuando entra en el cuerpo pierde la memoria, y lo único que necesitamos hacerle recordar. Y por ello consideraría que el alma llega al cuerpo por accidente y es como si fuese un castigo para ella. Al alma podemos dividirla en tres partes: racional (la inteligencia), irascible (emociones y pasiones), y apetitiva (apetitos y deseos). Todas estas partes juntas deben recorrer el camino para que llegar a la armonía o la justicia, buscar lo verdadero y lo bueno.

Por otro lado estaría la doctrina del filósofo-gobernante, propuesta política de Platón, en la que la política tiene que estar encamina hacia la filosofía, y solo pueden gobernar aquellos que conocen el bien y por lo tanto actúan bien: Intelectualismo moral.
Por lo tanto para Platón, cada persona nace con unas virtudes determinadas, es decir, aquellos que por naturaleza posean cualidades y capacidades innatas, en otras palabras, los mejores por naturaleza, y por otro lado hay que potenciar y educar esas características para poder llegar a ser un buen gobernante según esta filosofía.

Lo que intenta Platón realizar es un modelo de estado ideal, un estado en que el ser humano sea feliz y actúe según las virtudes que posea. Las partes que debe tener este estado son: productos, guardianes y filósofos gobernantes.

Relacionando todo esto diríamos que:
El alma, la parte racional, estaría ligada a las personas de gobernantes-filósofos, cuyas virtudes son la sabiduría y la inteligencia.
La parte irascible, con las personas de la clase de los guardianes, cuya virtud la valentía, ligada a las emociones y pasiones.
Y la parte apetitiva, ligada a los productores cuya virtud seria la moderación, relacionada con los apetitos y deseos.

Con todo ello, si todo esto recorriera ese camino que deberían, llegarían a la armonía definitiva entre las partes del alma y la armonía entre las clases sociales.

Saraí Simarro

Ontología y epistemología según Platón



Platón considera que la realidad se divide en dos mundos, el mundo sensible y el inteligible, a esta división le llama dualismo ontológico.


El mundo sensible está formado por los objetos que están al alcance de nuestra vista, estos tienen una vida finita ya que al igual que los seres vivos nacen y mueren, al decir esto se sobreentiende que no son perfectos ya que la perfección es eterna.


Esto nos lleva al mundo inteligible el cual esta formado por las realidad más absoluta; las ideas, las cuales perduran sin variar a lo largo del tiempo y son los modelos de los objetos del mundo sensible. Además estos “objetos” no pueden ser analizados por nuestros sentidos sino por nuestra parte racional.


Las ideas son las esencias de las cosas sensibles porque para que haya un hombre justo antes tiene que haber una idea de hombre y otra de justicia, por tanto, es una imitación imperfecta del mundo inteligible.


Según Platón la tarea de todo filósofo es realizar un camino que comprenderá desde el mundo sensible al mundo de las ideas y contemplar la idea de bien, como el mismo dice es “la ascensión al ser”.



Junto con estos dos niveles de realidad Platón distingue dos niveles de conocimiento, es lo que el llama dualismo epistemológico.


El primero es el conocimiento científico que nos ofrece una visión clara y objetiva de la realidad. Para llegar a esta visión debemos dejar de lado los sentidos y las apariencias porque este tipo de conocimiento es absoluto y, por ello, solo se puede obtener a través de las ideas.


El segundo conocimiento es la opinión, que es un conocimiento relativo ya que se establece a partir de los objetos del mundo sensible y estos son cambiantes por lo que de ellos no se puede obtener un conocimiento absoluto.


Ángel Enrique Roig 2º Bat CN

Ontología VS epistemología

 

La diferencia entre ambas se puede distinguir perfectamente tanto en el mito de la caverna como en el mito de la línea.

En este segundo caso, el símil de la línea, Platón lo que quiere representar y explicarnos son los grados tanto de realidad como de conocimiento que existen. Ya se sabe que epistemología es el conocer algo, meramente material (?), según este símil de la línea seria el opinar, imaginación y creencias como grados mas bajos y más arriba los pensamientos y la inteligencia.

En cuanto a los grados de la realidad (Ontología), Platón los diferencia entre lo sensible y lo inteligible. Como más abajo de la línea estarían las imágenes (sombras), y objetos como parte de lo visible, y más arriba lo inteligible como los objetos matemáticos y la más realidad existente para Platón: ideas.

Relacionándolo todo esto con la el mito de la caverna podemos decir que los esclavos atados dentro de la caverna somos nosotros los seres racionales, (o por lo menos lo que intentamos serlo), las sombras serian los reflejos de los objetos del exterior, y que nosotros solo podemos apreciar una parte, por ultimo si saliésemos de esa caverna, lo encontraríamos seria un sol que nos cegaría, ese sol seria las ideas y mas concretamente la idea del bien, la idea suprema que defiende Platón.

Por lo tanto conociendo eso podemos saber que la idea del bien es la que más consistencia tendría, y lo que se aleja de esa idea del bien no son cosas malas, sino cosas que se alejan del bien (?).

Por ello, Ontología y Epistemología, son dos formas de entender la filosofía (?), haciendo una relación entre ellas diríamos que las ideas corresponderían al conocimiento, y las cosas a la opinión.

 

Saraí Simarro

Platón y los Sofistas

Es necesario eliminar la democracia como forma de gobierno si se quiere obtener un buen funcionamiento de la ciudad y la felicidad de los ciudadanos.

Un gobierno elegido por el pueblo será siempre un gobierno injusto, educado en el arte del engaño, pues los ciudadanos elegirán a quien les diga lo que quieren oír.

Para su buen funcionamiento, la ciudad necesita un dirigente que conozca la verdad y pueda mostrársela. Porque es cierto que existen verdades absolutas, certezas indiscutibles que tienen el máximo grado de realidad y que no todos conocen. Se trata de las ideas, de las cuales dependen todos los objetos de este mundo, el mundo sensible.

Las cosas físicas, que algunos tienen por verdaderas y reales, no son sino copias o imitaciones de las ideas y por tanto menos reales que éstas, pues no existirían sin ellas.

Así pues existen ideas de belleza, justicia o bien que permitirán que haya cosas bellas, justas y buenas.

Además, quien conoce una idea actuará, inevitablemente, según ésta. Por ejemplo alguien que conoce la idea de justicia será forzosamente justo.

Por tanto, es lógico pensar que para que en una ciudad haya justicia y bien, es necesario que su gobernante tenga conocimiento del bien y de la justicia.

El único modo de que una persona llegue a ese conocimiento es mediante la educación. Pero el alumno no adoptará una actitud pasiva frente al educador, ya que el único papel se éste es ayudarle a que él descubra la verdad. La educación no consiste en una mera transmisión de conocimientos.

Los futuros gobernantes deben ser educados en filosofía, porque sólo la filosofía es capaz de proporcionarles el conocimiento de las ideas.
 
Marta Ros

“LA REALIDAD Y SUS CLASES”


Para Platón existen dos niveles de realidad.


En primer lugar un nivel inferior de cosas sensibles, perecederas, mutables e imperfectas, que pertenecen al mundo sensible.


En segundo lugar un nivel superior de objetos abstractos, eternos, perfectos e inmutables. Son las ideas. Estas ideas tienen el nivel más alto de realidad y siguen una jerarquía en la cual la idea de bien es la más importante.


También pertenecen al mundo de las ideas los objetos matemáticos, aunque estos tienen menos realidad que las ideas ya que tienen cierta dependencia de ellas. Además necesitan muchas veces de una representación física (no se puede explicar, por ejemplo, un triángulo sin representarlo físicamente).


Las cosas del mundo sensible tienen menos realidad que las del mundo inteligible porque dependen antológicamente de ellas, es decir, no existen si no existe previamente su idea. Por ejemplo, para que haya un hombre bueno tiene que existir primero la idea de bien y la idea de hombre, Así pues, Platón cree que los objetos sensibles con copias o imitaciones imperfectas de las ideas.


Y el nivel más bajo de realidad lo tendrían las imágenes, sombras o reflejos de los objetos sensibles, pues dependen de ellos y éstos a su vez dependen de las ideas.


Esta idea Platón la explica mediante el “símil de la línea”.


Y de igual modo que existen dos niveles de realidad, hay también dos niveles distintos de conocimiento.


Uno es el que se refiere al mundo inteligible. Quienes contemplan las ideas están en un estado de conocimiento. Los objetos del mundo de las ideas son los únicos de los que se puede tener conocimiento.


El otro es el que hace referencia al mundo sensible, la opinión. Es el estado en que se encuentran los que contemplan los objetos materiales del mundo sensible. De éstos no puede tenerse conocimiento, sólo opinión.




MARTA ROS

Influencias en Platón, por Saraí Simarro

 

Desde que somos pequeños, hasta que nos hacemos más grandes, pasamos por unas etapas donde conocemos a gente que puede que influya en nuestra vida, y quien lo niegue es que no ha tenido una infancia feliz.  

 

Hasta los mas grandes de la historia están influidos por alguien, un ejemplo claro de ello ha sido Platón, uno de los filósofos mas importantes de la historia, que aun ahora lo sigue siendo. Que estuvo influenciado por los pensadores más importantes hasta el momento: los presocráticos, también llamados los filósofos de la naturaleza.

 

En él, influyeron los primeros pensadores de la época, los Griegos. Tales de Mileto, por ejemplo, decía que todas las cosas de estaban hechas de agua, cosa lógica, puesto que hasta el momento lo mas importante que había era agua.

 

También Anaxímenes o Anaximandro dos griegos que creían que el mundo era eterno, por ejemplo, para Anaxímenes todo era aire, mientras que para Anaximandro era todo indeterminado, Apeirón como él lo llamaba, es decir, no tiene límites.

 

Otros filósofos presocráticos, también muy importantes para Platón, como la Escuela Pitagórica, que decían que la realidad estaba compuesta por números.

 

Para Platón, la doctrina del alma, era algo muy importante, de hecho él mismo defiende la idea de que el cuerpo es la cárcel del alma, y también de los presocráticos se queda con la armonía.

 

Platón, era partidario de la razón, que tantos problemas le dio a Parménides, puesto que su adversario, Heráclito, defendía los sentidos.

 

Pero la mayor influencia que tuvo Platón fue de Sócrates, también uno de los mejores filósofos de la historia. Platón se influenció mucho de este, pero destacó más que nadie con su revolucionaria idea de que todo lo que realmente existe son “las ideas”, que cambió el curso de la historia, y aun hoy, nadie le puede arrebatar tal pensamiento.

 

Saraí Simarro Seores, 2º de Bachiller CN

Platón: Precursores y ontología-epistemología

Platón: Precursores y ontología-epistemología

Precursores de Platón

Desde el siglo VII a.C. hasta la aparición de Platón, la filosofía nace y evoluciona junto con diferentes filósofos que aportan sus pensamientos y teorías. Más tarde, Platón acepta algunas teorías e "ideas" para formas la suya propia.


La filosofía nace con la aparición del logos y el primero que empieza a preguntarse por el origen de todo es Tales de Mileto, el cual cree que la respuesta a este enigma es el agua. Tras él hace su aportación Anaxímenes, que piensa que el aire es la base a partir de la cual sale lo demás. Y a éste le sigue Anaximandro, que da una respuesta muy diferente a éstos dos; el apeirón.


Más tarde, aparece la Escuela Pitagórica, de la que Platón acepta dos aportaciones. La primera, los números como esencia de la realidad. Y la segunda, la doctrina del alma, donde el cuerpo únicamente es el envoltorio del intelecto (alma).


Un poco más adelante en el tiempo, encontramos a Heráclito y Parménides, con teorías contrarias. Heráclito se basa en que todo cambia, todo fluye y nada permanece, es decir que a la realidad se llega a través de los sentidos. Sin embargo, Parménides tenía una idea totalmente distinta; todo lo que cambia no es real, por tanto, a la verdadera realidad se llega por medio de la razón. Él pensaba que aquello que fuera real debía tener ciertas características como son ser único, ingénito, imperecedero, indivisible, inmutable y finito.


Esta serie de pensamientos y teorías que se extienden desde el nacimiento de la filosofía hasta Sócrates reciben el nombre de “filosofía presocrática”. En este momento, siglo V a.C. aparecen los sofistas y Sócrates, con visiones distintas de la educación y la realidad. Los sofistas utilizaban la educación para enseñar a convencer y gobernar y pensaban que la realidad era relativa. Por el contrario, Sócrates se basa en la educación para llegar a la realidad. Piensa, además, que hay valores y realidades absolutas. Y, por último, es un intelectualista moral, el cual cree que quien actúa mal es por ignorancia y que quien sabe lo que está bien, actúa correctamente.


Al llegar Platón, formuló su teoría de las ideas a partir de todos estos conceptos que fue recopilando de diferentes filósofos, eligiendo con cuales estaba de acuerdo y con cuáles no para contrastarlos entre ellos.

 


Ontología y epistemología

Según Platón podemos distinguir dos grados de realidad; esta dualidad recibe el nombre de dualismo ontológico. El nivel superior es el mundo de las ideas, formado por la esencia de las cosas materiales, modelos ideales que no cambian ni mueren. El nivel inferior es el mundo sensible, formado por las cosas materiales a las que llegamos a través de los sentidos y las cuales tienen principio y fin. Se trata de las imitaciones imperfectas de las ideas. Podemos decir, entonces, que el mundo sensible es la copia imperfecta del mundo de las ideas, por lo que las cosas materiales dependen ontológicamente de las ellas.


Por otro lado, Platón distingue también dos niveles de conocimiento; dualidad que recibe el nombre de dualismo epistemológico. El primer nivel es el conocimiento científico, forma de ver las cosas tal como son, con total objetividad. Para llegar a él debemos dejar a un lado los sentidos y las apariencias y debemos centrarnos en los conceptos abstractos a los cuales no se llega a través de los sentidos sino a través del intelecto. El segundo nivel de conocimiento es la opinión. Es la forma de conocer las cosas sensibles; todo lo que se pueda decir de ellas Platón lo considera opinión, ya que los sentidos pueden engañarnos y las cosas pueden cambiar y/o morir.



Sheila Tellado Abad

2ºBACH. CC.SOC.